PENELOPE

Colaboraciones



Por I.B.


Sus abuelos se habían conocido en un pueblito de Génova cuando apenas tenían seis o siete años, pero el amor nació en el barrio de Barracas, en la ciudad de Buenos Aires, veinte años después. Siempre contaban a sus nietas la historia de sus juegos de niños en el "torrente". Fue un amor casi perfecto, o por lo menos eso había quedado grabado en su memoria. La historia de sus padres fue más increíble aún, casi me atrevería a decir que fue sacada de la mejor comedia romántica de Hollywood. Y fueron felices para siempre.
¿Por qué, en cambio, su historia tenía que ser tan común? Noviazgo, matrimonio, hijos, divorcio, soledad... ¿Dónde esta la magia? ¿Y ese amor que vence a la muerte? ¿Y ese hombre que solo ve a través de sus ojos?
No es real... sólo está en sus sueños... y cuanto más lo espera más sola se queda...Me atrevo a decir que espera lo que nunca llegará. Que no ve. Que no escucha. Que no siente...Me atrevo a decir que nunca va a despertar de ese sueño. Como la Penélope de Serrat: nunca llegará quien ella espera.


Comentarios

Steki dijo…
Hola I.B.:
Yo creo que cada uno vive su propia historia.
No podemos pretender vivir la historia de amor de nuestros padres ni la de nuestros abuelos.
Ni siquiera compararlas.
Hay que saber esperar.
Y, en el mientras tanto, hay que estar atento a las señales.
A preguntarnos el "para qué" y no el "por qué".
Tal vez tengamos que poner las cartas sobre la mesa y modificar actitudes y no sentarse a esperar.
No conociendo los pormenores de la historia es difícil sugerir.
BACI, STEKI.

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