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Mostrando las entradas de enero, 2007

La bestialidad en nombre de la paz y el progreso

Irak es hoy escenario de la expresión mas alta de la desvergüenza del ser humano, que muestra su bestialidad y la pretende tapar con flecos de civilización, de orden, democracia y….paz. Flecos que no pueden esconder la muerte, la destrucción y el terror. Hoy Irak, como lo fue antes Afghanistán, Vietnam,Hiroshima y Nagasaki o todavía Palestina, son las muestras de que no merecemos habitar este planeta (o por lo menos algunos que por casualidad (¿?) son eternos actores en estos episodios). En los primeros días de la invasión de Irak, yo le decía a quien me quisiera escuchar que el cowboy del norte había perdido la guerra. A casi cuatro años de aquellos días esto es casi un hecho que no lo puede revertir ni con el vergonzoso asesinato de Saddam Hussein. No obstante mi confianza en el pueblo iraquí, mi indignación me llevó a escribir estos versos, que hoy redescubro y a los que solo corregí dos palabras y un par de comas y que quiero que alguien lea. Por azar (¿lo será?) los escribí cuando

Historias de "El maestro"

Incidente en el cine “El maestro” era una persona muy singular y que, como el apodo que le habíamos puesto lo indica, era docente. Era menudo, delgado y nervioso. Tenía buen humor pero cuando la situación superaba su capacidad de aguante, explotaba en un arranque de ira que se le pasaba tan rápido como había surgido, devolviéndole su aspecto apacible e inofensivo. Era el padre de un compañero de la secundaria con el que muchas veces nos contábamos anécdotas de la vida familiar. Una de ellas que me quedo grabada y que cuando la desempolvo y la saco del baúl de los recuerdos me dibuja instantáneamente una sonrisa, es la del cine. “El maestro” llegaba al cine con su esposa, la madre de mi amigo, una cordobesa divina, bastante jugados con el horario. De hecho cuando estaban intentando ubicarse, la película ya había empezado y se encontraba en esas partes donde la luz escasea. Con dificultad alcanzaron a divisar unas butacas en el medio de una de las filas y se encaminaron hacia ellas pidi