Invasión extraterrestre

Una luz enceguecedora partió la noche en dos. El objeto volador encontró el sitio adecuado y descendió lentamente. El hombrecillo giro su cabeza y mirando a su compañero exclamó visiblemente exaltado: ¡Xpitli, adrgtli sprtnoritli, Krdgen!. Xpitli asintió con la cabeza y, señalando hacia el exterior dijo pensativamente: tli srtli vrdugrtli, Trtcli.
Dicho lo cual se pusieron unos trajes metalizados con escafandras y descendieron lentamente por el haz energético que surgía de la parte inferior de la nave. Después de escudriñar atentamente hacia todas las direcciones se encaminaron hacia lo que parecía ser una construcción; se miraron y se pusieron alertas al constatar que había vida inteligente. Un ser extraño los miraba. En su extremidad superior sostenía un recipiente con una sustancia oscura y espumosa. No parecía un arma. Al acercarse, el ser les dijo extendiendo el recipiente:
-¡Chi culiau! ¿ que hacen así disfrazau con este calorononón? sáquense el casco y vengan a tomar algo.
Xpitli y Trtcli evaluaron que su actitud era amistosa y decidieron aceptar la invitación. Se sentaron a su lado y bebieron con él esa mezcla oscura y espumosa.
trcyumtcli! - exclamó Xpitli
brdoncli, Krdgen! - respondió Trtcli
brdoncli, Krdegn! - repitió Xpitli
Y extendieron sus vasos pidiendo más. Luego de un par de vueltas, y de un breve intercambio de opiniones, Xpitli y Trtcli decidieron desertar de su misión y se quedaron a vivir en la tierra del fernet con coca.

Gringotilo

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