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Mostrando las entradas de 2009

SABOR A DURAZNO

I Iba lentamente, como si cada pisada buscara un lugar seguro, demorando la llegada a destino. Eran las diez de la mañana, de un día soleado de mediados de enero de 1978 y hacía dos años que no estaba en Mar del Plata. “La Feliz” regalaba a los miles de turistas, que como todos los veranos la colmaban, otro día espectacular. En pocas horas atestarían sus playas disputando un cachito de arena y de agua salada, techándolas con infinidad de sombrillas multicolores. En el aire tibio se esparcerían mixturas de olores de aceites, bronceadores y cremas protectoras y el particular aroma de las comidas de los innumerables barcitos de la costa. No faltarían los vendedores de café, de barquillos, barriletes, helados, bebidas frescas y panchos gritando sus productos y caminando trabajosamente en la arena. Pero a esa hora había, silencio y placidez. El aire fresco y salado del mar me golpeaba la cara y llenaba mis pulmones cada vez más, a medida que me acercaba por la calle Bolívar hasta casi la

LA HISTORIA DE LAS COSAS

Versión doblada al español del video de Annie Leonard. Producción del Video: Free Range Studios. Doblaje al castellano: Asociación Civil El Agora, Argentina. El video original en inglés puede ser visto en http://www.storyofstuff.com

Un tipo solidario de saco y corbata.-

El tipo vestido de saco y corbata venia caminando pensativo. Eran alrededor de las tres de la tarde de unos de esos días sofocantes de Córdoba. Se lo notaba cansado después de una jornada de oficina o de trajinar la calle y apuraba el paso, tal vez para calmar los reclamos de su estómago o tumbarse cómodamente a dormir la siesta. Por esa razón casi no vio al hombre de aspecto humilde que estaba sentado en el piso contra la pared. Tampoco oyó cuando le dijo suplicante: <¿me puede ayudar?> -¡¡¡Me puede ayudar!!!- repitió alzando la voz el hombre desde el suelo. El tipo de saco y corbata recién lo notó y le extendió la mano derecha casi automáticamente para levantarlo. Lo asió fuertemente de la muñeca pero no pudo. No comprendía como aquel raquítico hombre podía estar tan pesado. Se agachó entonces colocando su otro brazo bajo su axila derecha y tiró con todas sus fuerzas. El hombre no atinaba a afirmar sus pies, pero sus manos se aferraron a su cuello y su corbata, ahogándolo. Pa

Diario de la accidentada epopeya de recorrer Sudamérica. De como se frustró y otras desventuras

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Capitulo VII De como la cordillera se nos hizo hostil y sobrevivimos en el viaje de regreso. De como cargamos el tanque con agua bendita y pudimos llegar a nuestros hogares. Fin de viaje. "Mendoza, 7 - 2 - 79. Al no hacer el viaje al norte decidimos aprovechar lo más posible la estadía en Chile y volver por Las Cuevas. O sea hacer el mismo camino que hicimos antes." "Otra vez repetimos la experiencia de Santiago. Llegamos con el auto en las diez de últimas (...) Un viaje que se hace fácilmente en 6 horas, nosotros lo hicimos no tan fácilmente en 14 horas." "En la subida por el lado chileno ( el Caracol ) no hubo problemas. Estos empezaron en la aduana. Como no teníamos plata chilena para pagar el peaje (como siempre el ratonismo) estuvimos un rato parados y el auto después no quiso arrancar. Siempre el mismo problema de carburación. Para poder hacerlo andar necesitamos 3 horas y media, tiempo en el cual Juan de be haber consumi

Diario de la accidentada epopeya de recorrero sudamerica. De como se frustro y otras desventuras

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Capítulo VI De como superamos nuestros conflictos y empezamos a vivir las vacaciones. "Hemos pasado unos dias hermosos aqui en Reñaca, con mucho sol y agua. Estuvimos también en Papudo, donde me incineré. A la vuelta compramos choclos y frutill as ($ 50 el kg.) así que esa vez hubo chocleada" Eran increíbles las frutas y verduras chilenas. Ahí entendí el porqué de tanto celo en la aduana para evitar que ingresaran plagas al país. Los choclos y las frutillas eran gigantes y muy sabrosas al igual que todo lo demás. La agricult ura chilena gozaba de una prosperidad como producto de la reforma agraria que profundizó Allende y que sobrevivió a Pinochet y del apoyo estatal para lograr la exce lencia en los productos destinados a la exportación, en el marco de la apertura económica de la dictadura que hizo crecer la economía al igual que la miseria y la exclusión social. También disfrutábamos del tipo de cambio y los precios. Todo era sorprendentemente barato para unos r