Diario de la accidentada epopeya de recorrero sudamerica. De como se frustro y otras desventuras

Capítulo VI

De como superamos nuestros conflictos y empezamos a vivir las vacaciones.

"Hemos pasado unos dias hermosos aqui en Reñaca, con mucho sol y agua. Estuvimos también en Papudo, donde me incineré. A la vuelta compramos choclos y frutillas ($ 50 el kg.) así que esa vez hubo chocleada"

Eran increíbles las frutas y verduras chilenas. Ahí entendí el porqué de tanto celo en la aduana para evitar que ingresaran plagas al país. Los choclos y las frutillas eran gigantes y muy sabrosas al igual que todo lo demás. La agricultura chilena gozaba de una prosperidad como producto de la reforma agraria que profundizó Allende y que sobrevivió a Pinochet y del apoyo estatal para lograr la excelencia en los productos destinados a la exportación, en el marco de la apertura económica de la dictadura que hizo crecer la economía al igual que la miseria y la exclusión social.

También disfrutábamos del tipo de cambio y los precios. Todo era sorprendentemente barato para unos ratones como nosotros. No es casual que en mi diario abunden las referencias a lo que nos costaban las cosas y la comparación con las ridiculas cifras millonarias nuestras. En Argentina el proceso inflacionario se habia devorado los pesos ley 18188 y nos manejábamos con billetes de un palo (un millon); medio palo o 500 lucas o lucardas (500.000); de una luca, 5 o 10, los demás billetes no existian y de monedas ni hablar. A los pocos años fue reemplazado por el efímero Peso Argentino que corrió la misma suerte pero mas rápido.

A estos pequeños placeres que disfrutábamos en grupo se le agregó el despertar mío y de Marta que decidimos salir a vivir las vacaciones como queríamos.

"La empecé a pasar mejor también porque a partir de lo que estaba escribiendo días pasado sobre mi falta de iniciativa, lógicamente comencé a tomar conciencia y dije: ¡no, voy a hacer lo que quiera hacer!"
(El proceso de convertir el pensamiento en acción era en mí un pesado - y a veces doloroso - trámite burocrático entre las diversas oficinas de mi cerebro que se tiraban el expediente ida y vuelta, poniendo en tensión al resto del organismo que estaba presto a ejecutar una orden que se demoraba, o que finalmente no llegaba. O cuando llegaba lo hacía producto de la intervención brusca de alguna oficina cerebral de superior jerarquía que daba la orden y la ejecución se producía en forma inesperada, sorpresiva o reactiva. En fin, con el tiempo y mi posterior ingreso a la administración pública me di cuenta de que estaba hecho para ella y la lucha contra la burocracia se convirtió en uno de mis motivos de existencia.)

Sea como sea rompimos la inercia y nos pusimos en marcha para hacer realidad nuestros ganas de pasarla bien.

"El lunes me fui a Limache con Marta a buscar a la chica amiga del Jose; mandamos postales, comimos en Viña y tuvimos una linda experiencia con la gente; sobre todo a la vuelta del pueblo, cuando nos llevó un partidario de la DC hasta Quilpué. Casualmente este Sr. había sido alcalde de Quilpué por la DC ( supongo yo). La conversación fue interesante: canal de Beagle, los milicos, el Huáscar, situación económica, etc. Después (martes fuimos a Papudo) empezamos a tener más independencia entre parejas y Marta y yo empezamos a movernos más por la nuestra. No es que antes no se haya podido sino que nosotros nos sentíamos condicionados por el grupo. O sea cuando fuimos a ver a Chicago, solos, yo sentía que debíamos ir todos, ahora ya no me pasa eso. El problema son los chicos."

Nos gustó mucho que la gente, sobre todo la más humilde, y muchas veces sin preguntarle o sacarle el tema nos dijera que la cuestión de la guerra era cosa de los gobiernos, pero que chilenos y argentinos eramos hermanos. Solamente nuestro gentil amigo de la DC hizo algunas consideraciones de los derechos chilenos sobre los territorios reclamados pero con mucha discreción para no herir nuestra susceptibilidad. A todo esto Samoré (1) estaba haciendo su trabajo, "sudando la gota gorda", para que nosotros no tuviéramos que abandonar presurosamente territorio chileno.

Otra cosa que pusimos en evidencia en este viaje es nuestra total falta de calle y lo difícil que nos resultaba relacionarnos con el entorno: "Nos avivamos que podemos desayunar y comer en el camping por solo $ 60 al dia p/ pers. y se acabó el problema de comida. Aquí empezaron las vacaciones."

Por supuesto que no todo era un lecho de rosas.

"¿Los problemas? Algunos berrinches de Marta sobre mi individualismo, sobre que me corto solo. Y voy a analizar eso, posiblemente algo de razón tenga, pero el problema central es que ella le da importancia a cosas que a mí me parecen huevadas, entonces a veces se siente desplazada o ignorada por mí. Creo que tengo claro qué pasa y no es cosa nueva"

No se puede vacacionar en paz. Ya habíamos abandonado la pretensión de correr caminos por Sudamérica y con ello el estrés y la adrenalina que nos suministraba ese afán aventurero de emularlo al Che. Origen por otra parte de muchos de los estados de nervios de los integrantes de esta patrulla cuando aun apurábamos el tranco para dar la vuelta por Bolivia, en el inamovible plazo que imponía el comienzo de las clases en las escuelas. Pero ya ese vértigo se habia desvanecido. Esa premura se trocó en pachorra somnolienta. Ese espiritu conquistador habia claudicado ante la seducción de las playas de Viña con su mar espumoso que nos acariciaba los tobillos y la arena caliente que se acomodaba a nuestros cuerpos agradecidos por tantos mimos. No había argumentos para ponerse nervioso, para enojarse por algo; no había lugar para el cuestionamiento. Bueno...eso es lo que yo pensaba. Seguramente algún defectito debía tener para que me reclamaran así.

Estaba claro que nos faltaba calle o al menos en Argentina no habíamos ido nunca a un camping tan moderno: "Somos unos boludos. Desde que llegamos que me tiene intrigado el motivo de una casillita con números que hay al lado de la carpa. Ayer se me ocurrió investigar y descubrí que son enchufes para la luz eléctrica. Hubiéramos tenido luz durante toda la semana, sin necesidad de prender el farol. ¡ hay que ser !"

Los dias pasados en Viña y los tres que posteriormente pasamos en Santiago nos hicieron olvidar los desencuentros y las dificultades. Nuestra estadia en Santiago quedó curiosamente sin documentar en mi diario a pesar de que fue muy rica. Solo consigné que " en Santiago nos hospedamos en una residencial que estaba en un pasaje entre las calles San Pablo y Gral. Mackenna y tenía salida a la calle Morandé".

En esa residencia, que estaba a pocas cuadras del Mapocho, tomamos contacto con un grupo de dirigentes mineros con sus familias que estaban en la clandestinidad y que participaban de la resistencia a Pinochet. Ahí empecé a conocer el Chile profundo que también yo había ido a ver, lamentablemente no quedaron registros de las cosas que conversamos. Tampoco consigné que me entrevisté con el Ministro o Secretario de Industria de Chile, haciéndome pasar por un pequeño empresario argentino. Me llamó la atención la facilidad conque conseguí que me atendiera, sin ninguna burocracia y brindándome información que después utilicé en la nota que marcó mi debut en el periodismo cordobés.

La vuelta a Santiago fue el cierre a mis aspiraciones de cumplir con los objetivos de mi viaje, como lo habia dejado sentado en algunos pasajes del diario.

Chile, su paisaje y su gente me enamoraron, al margen de la terrible realidad de su dictadura, y me prometí volver. Lo hice 13 años después con otra mujer y en otras circunstancias.


(1) Samoré enviado del Papa Juan Pablo II a intermediar en el conflicto que Argentina y Chile tenian por el control de tres islas en el canal de Beagle. El cardenal inicio su tarea el 22 de diciembre de 1978 y logró evitar la guerra entre los dos paises, que parecia inminente.


Gringotilo

Proximo capitulo: De como la cordillera se nos hizo hostil y sobrevivimos en el viaje de regreso. De como cargamos el tanque con agua bendita y pudimos llegar a nuestros hogares. Fin de viaje.




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