El taller de Turi
De las tantas ocupaciones y experiencias que tuve en mi vida juvenil, la que nunca se me pasó por la cabeza es la de ser actor. ¡Corten! Va de nuevo. Todos a sus puestos. Decía con voz potente el director de la película. Fue cuando el que oficiaba de mozo procedió a retirar los chorizos de los platos y yo que representaba a uno de los invitados a ese casamiento de campo, me quedé con las ganas de embuchármelo. “Netri, el mártir de Alcorta”, fue mi primera y última película; aparecí unos segundos, pero me sirvió para amenizar varias reuniones con la historia del rodaje que cada vez que la contaba venía corregida y aumentada. Fue un proyecto llevado a cabo a pulmón por “Cinematografía Agraria”, una cooperativa de vecinos de Argüello, que confiaban ciegamente en el emprendedor Juan Ginés Muñoz Digiorgi, director, productor, guionista y tutti cuanti de la película. Sus hijos eran los actores principales junto a algunos más de la comedia cordobesa; vecinos, amigos y parientes oficiaban...