Regateando

I

Ella bogotana y él, su pareja, argentino. Llegan a Santa Marta en plena siesta, con una temperatura cercana a los 40º; cargados con una pesada valija y un par de bolsos; cansados de viajar en colectivo (en la flota) más de dieciocho horas y con apuro por llegar hasta su alojamiento en el Barrio del Rodadero.
Ella dirigíéndose a un taxista que esperaba pacientemente un pasajero: ¿a cuánto el viaje al Rodadero?
El taxista: ¡a la orden señora! le sale 10.000
Ella: ¿y el mínimo?
El taxista: Nooo señora, esa es la tarifa
Ella: Me informaron que el viaje salía 8.000
El taxista: nooo, pregúntele a cualquiera, nadie la lleva por menos de 10000
El novio argentino: Está bien, me parece bien el precio
Ella: shhhhhhhh, esperá un poco
El novio argentino: querida hace calor, quiero llegar, cambiarme, además me parece bien lo que nos quiere cobrar, es más barato que en Argentina
Ella: no hables que te sienten el acento y no te van a rebajar nada
El novio argentino: es que esta bien me parece......
Ella interrumpiendo: shhhhh dejame a mi ¿por donde pasa el bus al rodadero?
El novio argentino: ¡ni en pedo me voy en bondi con estas valijas!
El taxista: está bien los llevo por 9000
Ella: 8500
El taxista cagado de calor, y resignado: de acuerdo los llevo por 8500
Ella satisfecha subió mientras su novio cargaba los bultos con una cara de embole de aquéllas.

II

Ella, bogotana canchera en esto de lidiar con el sistema de busetas que conforman el transporte colectivo de la ciudad. El, su novio argentino sorprendido porque los bondis paran en cualquier lugar y tantas veces como le hagan señas.
El precio del boleto es de 1450 pesos. Ella agita un billete de dos mil y hace seña de que son dos. La buseta para bruscamente y se abre la puerta trasera que no tiene el molinete de control de la delantera. Suben los dos en una buseta atestada de gente y con una seña ella pide que pasen el billete hacia el chofer. En una cadena se lo hacen llegar. Ella le aclara a él: esto es para el chofer y no para la empresa y nosotros nos ahorramos 900 pesos. El acepta la explicación resignado.

III

Ella, la bogotana que ya conocemos. El, su novio argentino, que también conocemos. Están comprando frutas en un mercadito contiguo a Paloquemao.
Ella le dice a su novio: vos no hables que en cuanto sienten que sos argentino te cobran más, dejame a mi. ¿a cuanto la pitaya?
La verdulera: 11.000
Ella: ¿y los nísperos?
La verdulera: 4000 la libra
Ella le dice al novio: ¿amor llevamos eso o que querés?
El: pitaya, aunque sea cara, por lo menos para probarla
Ella dirigiéndose a la verdulera: está cara la pitaya ¿cuanto es el mínimo?
La verdulera: ese es el precio vecina, casi no hay en esta época
Ella: ¿y la rebaja? mira que son chiquiticas esas pitayas...
La verdulera: no puedo vecina
Ella:....y no están tan buenas
El novio argentino un poco nervioso le dice en voz baja, tratando de que no le escuchen el acento: me parece bien, ya compremos y terminemos con esto.
Ella: no esperá un poco...Te las llevo por 9000
La verdulera: no, ni modo
Ella volviendo a la carga: cerremos en 9500 y ya
El enérgicamente al oído: vamos querida yo te pago la diferencia así te quedás contenta.
Ella: querido vamos a Paloquemao que las vi a 8000
La verdulera: señora lléveselas por 9500 que tengo que atender a otros clientes
Ella le dio la bolsa de las pitayas a su novio y empezó a caminar satisfecha. El bufando en silencio la siguió.

IV

Ella y él entran a una tienda de tejidos artesanales de origen muisca.
El vendedor un hombre de aspecto aindiado los recibe con su habitual ¡a la orden!
Ella pide ver varias prendas y se interesa por una ruana muy vistosa.
-¿a cuanto está?
-28000
¿A cuanto para no salir disparando?
-le puedo hacer 26000
- ¿y aquélla otra?
- igual señora, 26000
-te gustan querido? le dice al novio
-mmmmm seee, están lindas y me parece bien el precio
-no, creo que si vamos a la feria las conseguimos más baratas
-Se las dejo en 24000 -interrumpió el muisca
- Nos vamos entendiendo- contestó ella
- La llevan entonces...
-¿cuánto el mínimo, mínimo?
- como asi?.
-Te la llevo por 22000 y me dejas 2000 para comprar unos dulces, así los acompaño con el regalo
-Está bien, llévelo
Afuera ella se va chocha con la compra y le dice a su novio argentino que empieza a recuperarse de la incómoda situación:
-No me gusta mucho regatearle a estos indios porque ellos hacen todo con mucho esfuerzo.
Él no entiende nada.

V

El, argentino que ya se avivó de cómo viene la mano en Colombia, va a una farmacia a comprar un medicamento.
-10.000 dice el farmacéutico
-¡¡¡cómo si hace unos días lo compre en la farmacia de la otra cuadra a 6000!!
-Ok, 6000 entonces
Él acostumbrado a los precios oficiales se fue con el medicamento en la mano sin poder creer lo que le había sucedido


Gringotilo

Comentarios

silvia dijo…
Es tìpico de ser mujer Alberto!!! Ustedes no aprenden.....

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