Por un 2007 con justicia social y paz

A mis lectores amigos o mejor a mis amigos lectores (que no son muchos, pero ya serán más y más y más, millones) les deseo con todo el corazón y transmitiendo mi rebosante y anticientífico optimismo, que el año que viene, año de mucha verborragia, mucha mentira, hipocresía, muchas sonrisas dentífricas en las paredes y los carteles de publicidad y por ahí algunas verdades entre la hojarasca, y afortunadamente también, muchas inauguraciones, préstamos, subsidios, aumentos salariales, obras públicas largamente prometidas y reservadas para epocas electorales, como decía, que el año que viene sea un año de plenitud espiritual, de goce y realizaciones personales, que no hay que postergar más porque se viene el fin del mundo, y si no se viene, se viene el fin de nuestra paciencia, así que vivamos, vivamos y vivamos, a pesar de las piedras, rocas o montañas que se nos pongan por delante, que tengamos la fe en nosotros mismos, la convicción de pasarlas por arriba, porque nos lo merecemos, y no solo los que me leen (prometo el año que viene escribir más), sino todos los argentinos (menos los crápulas, los que nos explotan, los que vendieron el pais, los....siguen las firmas), todos los seres humanos (ojo que algunos parecen pero no lo son y en ese caso no entran en mis deseos) de tal manera de honrar la vida y sentir que este breve tránsito nuestro por el universo lo hemos cumplido con dignidad. He dicho. Descorchemos lo que tengamos a mano y ¡SALUD!

Eledil

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