En reivindicación del fútbol y la sublime vocación de hincha contra don Fernando Savater

En una nota publicada por la Voz del Interior (http://www.lavozdelinterior.com.ar/nota.asp?nrc=415703) con fecha 28/06/06 Fernando Savater, filosofo (para qué sirven los filósofos?) y escritor (brillante y ameno -acotación mía) según define la biblioteca Wikipedia ( http://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_Savater ) manifiesta su odio al fútbol y particularmente a los hinchas, con frases como: "Porque jugar al fútbol es un ejercicio grotesco y plebeyo" o "...aunque en todos ellos (partidos de futbol) , los fanáticos de cada club adoptan arrebatos identificatorios propios de los peores momentos de la secta de estranguladores de la diosa Kali, según nos los detalló el gran Emilio Salgari." y también con términos como estos: "piara de lunáticos maleducados" y otros conceptos no menos estridentes para con nosotros los hinchas de futbol y para quienes, además, lo jugamos. Este señor, que no deja de reconocer sin embargo que está "....a favor con todo lo que causa placer a los humanos.." -menos con el futbol - dice barbaridades tales como que es capaz de "...soportar los estragos de la peste o los horrores de la guerra..." pero no la "estupidez" del mundo del fútbol.
Bueh...por donde empezamos a pegarle? En primer lugar debo reconocer que hay mucho de genial ironía en sus comentarios pero eso no implica que lo disculpemos. El fútbol para todos esta claro que es el deporte más popular del mundo y que además es uno de los mayores negocios y como tal es un producto de consumo como hay pocos. Por lo que los espectadores también son consumidores de futbol en las canchas, en la TV, en las revistas y diarios, en los souvenirs, vestimentas y cientos de productos. Intelectualizarlo como una forma de estupidización y adormecimiento de la conciencia social podría ser justificado si además fuera justo e incluyera a otros deportes, tan altamente profesionalizados y que mueven también mucha guita u otras expresiones no deportivas, artísticas o culturales que son utilizadas como forma de control social y colonialismo cultural. El sistema capitalista ha desarrollado sofisticados mecanismos para construir concensos y lograr aceptacion de un sistema inhumano como no ha habido otro en la historia de la humanidad. El capital todo lo que toca lo transforma en mercancia, en algo susceptible de ser comprado o vendido y en un producto de consumo. Probablemente don Sava consuma muchos de estos productos del capitalismo sin los cuales no seria imaginable la vida moderna.

Pero si nos abstraemos del negocio del fútbol y de las pornográficas cifras que ganan los jugadores y todos los que viven de él, tenemos que disentir con sus diatribas contra el fútbol, porque como deporte - y lo dice alguien que lo practicó siempre - es uno de los mas bellos y atrapantes. El Gol que Maradona le hizo a los ingleses en el '86; la obra maestra que fue ese partido de Argentina contra Serbia + Montenegro, en el mundial que se está jugando o el que yo hice de rabona, casi desde la línea del corner, en el partido entre los veraneantes versus los locales y que me hizo famoso en la villa donde estábamos alojados - por citar algunas muestras argentinas - es comparable con cualquier expresión artística que estremece nuestra sensibilidad y eleva nuestro espíritu. Cuando la esfera de cuero traspone los tres palos burlando el esfuerzo del arquero, sale de nuestras gargantas un rugido animal y nos recorre una corriente eléctrica que se eleva desde nuestros testículos, infla nuestros pulmones y expulsa de ellos un ventarrón que golpea en las cuerdas vocales, tensadas como alambres, produciendo esa expresión que ni Tarzán podría emular. Nuestro cuerpo se estremece de gozo en el festejo llegando a un clímax equiparable a un orgasmo, que al igual que éste, nos hunde en las profundidades de la muerte para devolvernos en un segundo a la vida, del cielo al infierno y después a la gloria de tocar el cielo. ¡Que placer intenso! Hay pocas cosas que se le pueden comparar y que, a diferencia de la mayoría de los demás deportes, es un estado colectivo provocado por un hecho colectivo, social, comunitario y escaso - a diferencia del básquet, el rugby, y otros deportes donde el goleo es permanente o por lo menos mas asiduo y ni hablar de los deportes individuales. Por supuesto que no tiene sentido referirse a lo beneficioso que resulta su práctica para la salud ya que este no es el tema en el que incursiona don Sava que al menos no lo cuestiona por eso.

Pero aqui no está vilipendiada solo su practica, "plebeya y grotesca", sino tambien se ofende a quienes asisten a los encuentros o los siguen por TV o radios en calidad de espectadores o hinchas. Y aqui vuelvo a rescatar el placer, el inmenso placer que causa a una mayoria de seres humanos el futbol, en este caso a quienes lo viven desde afuera de la cancha. Y en este sentido hay que hacer la distincion entre espectador o hincha que segun las circunstancias puede convertirse uno en otro. El espectador se solaza con las jugadas exquisitas, disfruta con goles magistrales que son muchos de ellos obras de arte que nos estremecen tanto como pueden hacerlo Pavarotti o la Mecha Sosa ; Julio Bocca, (me emocionaban Maia Plisetskaia y Mijail Barishnikov); las pinturas de Da Vinci, Van Gogh, Picasso o Dalí o de mi amiga venezolana Maricarmen (
http://maricarmen.artelista.com/); la Piedad y el Moisés de Miguel Ángel; películas como el Exilio de Gardel y muchas más; libros como Cien años de soledad (que leería mil veces) y otras expresiones que impactan sobre los espíritus sensibles.

Distinto es el hincha. El hincha no es espectador, es protagonista del hecho futbolístico, no lo ve al partido, lo sufre, lo juega desde afuera de la cancha (de allí lo de jugador número doce). El hincha puede salir de un estadio, triste o enojado si su equipo pierde o juega mal, pero satisfecho si alentó todo el partido, si la tribuna estuvo poblada, si le gano a la otra hinchada con sus cánticos. En ese sentido hay que decir que hay varios tipos de hinchadas: Las hay exitistas y plumíferas que al primer traspié de su equipo dejan de alentarlo y huyen cobardemente de los estadios y las hay como la de Belgrano de Córdoba (el glorioso, y de primera, celeste de Alberdi) que gane o pierda, juegue bien o dé asco (lo que ocurre la mayoría de las veces) alientan (alentamos) permanentemente, llenan las canchas aunque vaya último, y producen espectáculos conmovedores dentro y fuera de los estadios como los que se protagonizaron en las series de partidos por el ascenso de este año. El hincha es parte de un colectivo que tiene a la divisa de su club como parte sustancial de su vida y sus afectos y que transmite a sus hijos y a los hijos de sus hijos, por seducción, argumentos o coerción (no importa el método) como forma de perpetuar la especie. Lo que don Sava llama "piara de lunáticos maleducados" es ni más ni menos que una comunidad de afectos que liberan en el hecho futbolístico las más primitivas esencias de humanidad. Desprovistas de convencionalismos, de prejuicios, de corset, de clishes, a salvo de la opresión del sistema que reina afuera del Estadio. Es un hecho liberador, de restauración de la humanidad. En una tribuna, se borran las diferencias sociales, raciales, de genero, intelectuales, para hermanarse en el hecho del supremo amor por la divisa. Y ese hermanamiento, esa humanidad primitiva, incontaminada se expresa con toda su vitalidad en el momento supremo del gol o de la victoria, alli los hinchas se abrazan, se besan, se lamen, se olfatean, se aman (mas de uno habra aprovechado para chantarle un osculo a la/el del al lado y habran salido apretaditos del estadio para otro reducto mas intimo). Es el momento en que el hombre comun, rompe con la rutina, con la mediocridad, deja de arrastrarse para ser protagonista y volar. Muchos pensaran - y entre ellos don Sava - que esto no es mas que un mecanismo de las clases dominantes para distraer a los pueblos mientras ellos hacen muy buenos negocios a costa de tantos laburantes que dejan en la cancha, a veces mas de lo que pueden y que tanta energia social podria servir para mejores causas. Se podria decir que los dictadores del 78 engatusaron a la gente con ese mundial para demostrar que los Argentinos eramos "derechos y humanos" y que el pueblo era feliz, mientras ellos torturaban y asesinaban . Pero se equivocaron, como se equivocan muchos dictadores y gobernantes que piensan que la gente es idiota. Los festejos del mundial, como las increíbles demostraciones que hicieron los piratas celestes festejando el ascenso, como las demostraciones semanales de culto tribunero, son una forma de ejercicio, de mantener los reflejos en forma, de alimentar y fortalecer la vocación de hazañas colectivas, el sentido de la causa común, que después se expresa en batallas mas importantes. Así se hicieron el 17 de octubre del 45, el 20 de diciembre de 2001 y el cordobazo; el histórico "mayo" y las muchas jornadas de lucha en el país de Russeau, a pesar de los muchos edulcorantes y somníferos de las sociedades de consumo. Y nuestro pueblo termino con las pretensiones de dictadores que venían a quedarse para siempre y llenó las plazas en defensa de la democracia, y por el castigo a los genocidas acompañando con cánticos tribuneros las luchas en defensa de sus derechos. Y ahí caemos en la cuenta, ahí los descubrimos. Son los mismos. Son las mismas cornetas y los mismos bombos, ahora en la lucha. Son los mismos brazos laburantes que alzan los puños y nos guiñan un ojo y nos dicen: "quedate piola, en la cancha nos estamos entrenando."

Por eso....me extraña de Ud. don Sava!!!

Gringotilo

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